La asenapina es un antipsicótico para los episodios maniacos de moderado a graves asociados al trastorno bipolar tipo I.
Se han observado mejoras estadísticamente significativas frente a placebo en la puntuación en la escala YMRS, aunque los beneficios son de escasa magnitud y dudosa significación clínica.
Su perfil de seguridad parece similar a otros antipsicóticos atípicos. Sus efectos adversos más característicos son las reacciones de hipersensibilidad y la hipoestesia oral.
Se debe administrar vía sublingual ya que resulta ineficaz si se ingiere. Debe tomarse 10 minutos antes de cualquier ingesta de comida o agua y 10 minutos después de cualquier otro medicamento. Su particular forma de administración es un inconveniente importante.