La liraglutida ha mostrado una eficacia comparable a glimepirida y ligeramente superior a insulina glargina y exenatida, aunque la relevancia clínica es escasa.
Produce disminución del peso comparable a la exenatida,mayor al inicio del tratamiento y en pacientes con alto índice de masa corporal.
Los abandonos por efectos adversos y el perfil de seguridad es similar a exenatida. La incidencia de hipoglucemias es baja, aumentando cuando se combina con sulfonilureas.
Existen incertidumbres sobre su seguridad cardiovascular, acción en tiroides, pancreatitis e inmunogenicidad. No hay información de su seguridad a largo plazo.
No se dispone de datos de eficacia en las complicaciones de la diabetes ni de mortalidad.