Anfetas, Speed.

Son una droga estimulante. Se presentan en pastillas, cápsulas o en polvo de distintos colores. Se cortan con cafeína, paracetamol, lactosa, etc. Por eso no se sabe nunca lo que llevan.

El paracetamol en combinación con el alcohol puede dañar el hígado.

Sus efectos pueden ser rápidos (speed esnifado) o tardar más de media hora en manifestarse (anfetaminas por vía oral), varían considerablemente de una persona a otra y según las circunstancias. Además, las sustancias de corte actúan en tu organismo de una forma que no se puede conocer de antemano. Te pueden hacer sentir más alerta, concentrado, eufórico y agitado. También te pueden producir sudores, problemas de apetito, dolores de cabeza, contracción de la mandíbula y taquicardia.

Después, te provocan una disminución de energía y de motivación, dificultad para estudiar o trabajar, cambios bruscos de humor, inquietud o deseo de volver a consumir. Después del consumo, puede que necesites descansar y dormir más de lo habitual.

Un abuso crónico te puede provocar acné, cabello seco y sin vida y trastornos de los dientes, encías y uñas.

Las anfetaminas son muy adictivas: crean alta tolerancia y dependencia.

Te pueden causar trastornos del sueño. golpe de calor (fallo en la regulación de la temperatura corporal), deshidratación, convulsiones y muerte. Para evitar el golpe de calor, se recomienda beber agua, tomar el aire, descansar y evitar ambientes muy calientes, aparte de no tomar drogas estimulantes, claro.

Su uso continuado puede dar lugar a depresiones severas o a una psicosis tóxica anfetamínica con delirios persecutorios y alucinaciones.