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Navarra inicia un programa piloto de capacitación de profesionales de hostelería para fomentar el consumo racional de alcohol de sus clientes jueves, 23 de mayo de 2013
60 profesionales del ramo participan en esta primera fase, en la que se enseña a disuadir del consumo excesivo y de la conducción bajo la influencia del alcohol, cómo actuar ante situaciones conflictivas, o reducción de riesgos y primeros auxilios
El pasado mes de enero comenzó en Navarra un programa piloto a nivel nacional de capacitación de los profesionales del sector hostelero para fomentar el consumo racional de alcohol entre sus clientes, especialmente entre los jóvenes.
El programa, denominado “Servicio responsable”, está impulsado por el Plan Nacional sobre Drogas y la Federación de Hostelería y Restauración, al que el Gobierno de Navarra ha querido adherirse a través del Instituto Navarro de Salud Pública y Laboral de Navarra.
Así, Navarra se suma de forma pionera junto con Cantabria a esta iniciativa, cuya finalidad es ampliar los ámbitos de intervención en el ámbito de drogodependencias e ir incorporando nuevos ámbitos de trabajo, tras desarrollar a lo largo del tiempo iniciativas de prevención dirigidas a los centros escolares, familias, jóvenes, tiempo libre infanto-juvenil, o la conducción libre de drogas, entre otros aspectos.
En este sentido, cabe indicar que la edad de inicio del consumo de alcohol en Navarra se sitúa en el 14,9%, y que en la población de 25 a 64 años existe un 10% de consumidores de alcohol de gran riesgo.
La primera fase del programa piloto iniciado en enero arrancó en la Comunidad Foral con un curso de formación de formadores, en el que participaron profesionales del ámbito local de los ayuntamientos de Pamplona, Villava y Viana, y de las Mancomunidades de Servicios Sociales de Base de Peralta, Allo, Alsasua, Huarte, Irurtzun, Auñamendi, Etxarri-Aranatz, Sangüesa, Noáin y Leitza.
Contenido del curso
Tras recibir la correspondiente capacitación, los formadores comenzaron a impartir los cursos a los profesionales de hostelería, que ya se han llevado a cabo en Viana, Peralta, Sangüesa y Betelu. Precisamente hoy jueves 23 se imparte el curso en Villava, y está previsto que esta primera fase concluya el próximo 28 en Alsasua.
Entre las materias que se imparten en ambos cursos destaca el análisis de los efectos y riesgos del consumo de alcohol, factores ambientales y dispensación responsable, cómo disuadir del consumo excesivo o de conducir bajo la influencia de alcohol, cómo actuar ante situaciones conflictivas motivadas por el alcohol, y reducción de riesgos y primeros auxilios. Además, la formación se completa con aspectos legales, ya que se estudian temas relativos al cumplimiento de la normativa en cuanto a venta y dispensación de alcohol, y la prohibición de servir alcohol a menores.
Paralelamente a esta iniciativa, el Instituto Navarro de Salud Pública y Laboral de Navarra había mantenido una reunión con las tres asociaciones de Hostelería constituidas en Navarra (Asociación Navarra de Pequeña Empresa de Hostelería -ANAPEH-, Asociación de Hostelería de Navarra, y Asociación de Empresarios de Sala de Fiesta y Discotecas de Navarra –ASBANA-. Las asociaciones mostraron su “clara disposición” a colaborar, lo que, a juicio del Instituto “facilita enormemente la adecuación del programa a la realidad de ocio de Navarra, dada la gran experiencia que poseen estas asociaciones”. Fruto de esta iniciativa, 60 profesionales del ramo están recibiendo la correspondiente formación.
Todas estas iniciativas se vienen completando desde hace años con la red de profesionales que trabajan en toda Navarra de forma habitual en este tema, y con unos 42 programas que se desarrollan a nivel local.
El consumo de alcohol, más perjudicial en la adolescencia que en la edad adulta
En términos generales, el consumo de alcohol goza de una generalizada aceptación social y es la droga más consumida, a gran distancia de otras, y causa graves problemas tanto de salud como sociales. El alcohol forma parte de la mayoría de las fiestas y celebraciones, por lo que la población, tanto joven como adulta, posee una baja percepción de los riesgos que este consumo puede ocasionar, como ingestas abusivas, accidentes de tráfico, episodios de violencia o dependencia, entre otros.
Por ello, dada la gran implicación que el alcohol tiene en la vida y abarca aspectos económicos, relacionales, de salud, legislativos, sociales, culturales, se plantea la necesidad de partir de un enfoque global con el fin de disminuir los problemas que plantea el consumo abusivo de alcohol, promover una sociedad menos tolerante con ese tipo de consumo, y propiciar un consumo moderado y responsable de alcohol.
En la adolescencia, el consumo de alcohol es más perjudicial que en la edad adulta, dado que el cerebro adolescente está en pleno desarrollo (según las últimas investigaciones, el cerebro humano se sigue desarrollando hasta los 20 o 24 años, y el alcohol y otras drogas influyen en funciones básicas como la memoria, la motivación, el proceso de aprendizaje o la toma de decisiones, aspectos muy importantes en un periodo de transición crítico en el desarrollo de la identidad, la autonomía o la madurez de los afectos y las conductas.
La Encuesta Navarra de Juventud y Salud 2007-2008 indica que la edad de inicio del consumo de alcohol a partir de los 14 años es de 14,9, similar a la media española. Antes de alcanzar la mayoría de edad, ocho de cada diez jóvenes adolescentes han consumido alcohol. Esta misma encuesta desvela datos considerados preocupantes relativos con la forma de consumo juvenil, ya que el 35,3% (38,2 hombres y 32,4 mujeres) han realizado lo que se denomina “consumo de atracón” (en inglés binge drinking), es decir 5 unidades de alcohol en hombres y 4 en mujeres, en un intervalo de 2 horas. (en este sentido, cabe indicar que una unidad de alcohol es una cerveza -200 ml-, un vaso de vino (100 ml) o medio combinado).
En concreto, en el grupo de los menores de edad, de 14 a 17 años, y tomando como referencia un día de fin de semana, la mayor parte no consume alcohol (46,8% varones y 44,8 mujeres), y sólo bebe en algún acontecimiento un 19,9% (tanto en chicos como en chicas). El consumo moderado (entre 2 y 4 unidades al día) ocupa la tercera posición de la tabla, con un 16,1% para chicos y un 11,9% para chicos), seguido del ligero (sobre 2 unidades al día) con cifras del 10,8% para los chicos y 14,4% para las chicas. Los consumidores que refieren un alto consumo (4-8 unidades al día) representan el 3,2% de los chicos y el 6% de las chicas, mientras que en los consumos excesivos (8-12 unidades día) las cifras se igualan entre sexos, con 1% para ambos casos, al igual que ocurre en el grupo de gran riesgo (más de 12 unidades al día), que representan al 2% de los jóvenes, tanto chicas como chicos.
En cuanto a la población en general, la Encuesta Navarra de Condiciones de Vida indica que en la población de 25 a 64 años existe un 10% de consumidores de alcohol de riesgo y gran riesgo (6-9 unidades diarias en hombres y 4-6 unidades diarias en mujeres. Según la memoria de la Dirección de Salud Mental de 2011, las consultas por alcohol suponían el 6,3% del total de las consultas (mayores de 16 años) de los centros de Salud Mental de Navarra.
Nota de prensa:
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