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Navarra celebra el día Mundial del Agua cumpliendo con creces la normativa europea de aguas residuales

martes, 21 de marzo de 2006

Navarra celebra el Día Mundial del Agua con la satisfacción de haber sido la única comunidad autónoma española en cumplir la normativa europea de depuración de aguas residuales.


Este éxito es el resultado de 17 años de trabajo constante, reflexivo y sostenible, iniciado en 1989 con la puesta en marcha del Plan Director de Saneamiento de los Ríos de Navarra. Este plan, que se enmarca desde 1995 en el Plan Nacional de Saneamiento y Depuración, se basa en un modelo territorial sumamente respetuoso con el medio rural, en el que las entidades locales, en cooperación con el Gobierno de Navarra, son tanto protagonistas como artífices de su éxito.


Dicho esfuerzo se ha materializado en la construcción de 402 obras de saneamiento y depuración, realizadas a lo largo de estos 20 años. En 1989, Navarra sólo contaba con estaciones depuradoras de aguas residuales en seis localidades: Lesaka, Etxalar, Zubieta, Irurtzun, Aoiz y Tafalla/Olite. En 1996, ya eran 34 las instalaciones, y otras tantas estaban en proyecto. Hoy, existen 65 plantas depuradoras funcionando a pleno rendimiento y otras 6 cuyas obras están a punto de finalizar o muy avanzadas.


Este rápido ritmo de planificación y ejecución refleja una preocupación apremiante por crear una nueva cultura del agua, y se traduce en 172 millones de euros invertidos en ello desde 1989. De esta cifra, un 42% se ha sufragado a través del canon de saneamiento, un 35% ha corrido a cargo del Departamento de Administración Local, con cargo al Fondo de Haciendas Locales, y el 23%, ha sido financiado con cargo a los fondos FEDER de la Unión Europea. Desde el año 2000 a esta parte, se ha ejecutado un 50% de la inversión total: más de 86 millones de euros en los últimos seis años.


En los próximos años está previsto invertir otros 50 millones de euros para finalizar las obras actualmente en marcha, consolidar y mejorar las instalaciones existentes, desarrollar la línea de los tanques de tormentas, y llegar hasta los núcleos de población de 250 habitantes.

Como se sabe, las previsiones del Plan Director de Saneamiento de Ríos de Navarra contemplaba la resolución de los vertidos de las aguas residuales de las poblaciones de Navarra, en el sentido geográfico Norte-Sur, lo que ha conllevado que las localidades ribereñas del río Ebro sean las últimas a la hora de afrontar la resolución de su problemática de vertidos. Hay que indicar, no obstante, que esta dirección es la pertinente, ya que es lógico comenzar desde el nacimiento de los ríos, y que las aguas de estas localidades ribereñas reciben directamente los beneficios de las actuaciones realizadas "aguas arriba".

El Plan priorizaba, asimismo, la construcción de las depuradoras en las localidades de más de 15.000 habitantes, tal como establece la Directiva Comunitaria 91/271 de saneamiento de las aguas residuales urbanas en Europa. Se da la circunstancia, no obstante, de que, ahora, la práctica totalidad de las localidades navarras de más de 500 habitantes cuentan con depuradora biológica de sus aguas residuales previo acceso a los cauces fluviales. Ello se traduce en una buena salud medioambiental para los ríos de Navarra.

Proceso de depuración del agua residual


El tratamiento que una estación depuradora da en Navarra al agua residual pasa por tres fases bien diferenciadas y tiene en todo momento como referente el cauce del río.


Pretratamiento: inicia el proceso de depuración y comprende el bombeo del agua bruta (tal y como llega desde la red de colectores), su tamizado para separar los sólidos más comunes (bastoncillos, colillas, papel…) y el desarenado, que permite filtrar partículas y grasas.


Decantación: a continuación el agua se somete a un proceso de decantación primaria, en el que la materia sólida residual se separa del agua y queda en la parte inferior del decantador, dando lugar a lo que se conoce como "fangos" o "lodos".


Depuración biológica: tras la primera decantación, el agua pasa por otro sistema (filtros, lecho móvil…) que refuerza la separación de los residuos y el agua. En cada una de estas etapas se logra afinar más en la limpieza del líquido, por lo que el caudal cada vez lleva menos carga contaminante.


Decantación: finalmente, el agua se somete a una decantación secundaria, similar a la primaria, que consigue la práctica eliminación total de cualquier resto contaminante. Desde aquí, el agua es devuelta al cauce del río en óptimas condiciones.


Gobierno de Navarra

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