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La granja de patos de Zúñiga tiene licencia de actividad y tres expedientes abiertos por Medio Ambiente
jueves, 20 de enero de 2005El consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Vivienda, José Andrés Burguete Torres firmó el pasado día 13 de enero tres órdenes forales para incoar los correspondientes expedientes a los responsables de una instalación ganadera (patos y cerdos) ubicada en Zúñiga. Estas órdenes fueron firmadas a la vista de las denuncias presentadas tanto por la Sección de Protección Ecológica de la Policía Foral como por el Seprona de la Guardia Civil.
Las denuncias están basadas en una presunta infracción de la Ley Foral 16/1898, de 5 de diciembre, de Control de Actividades Clasificadas y dos presuntas infracciones de la Ley 10/1998, de 21 de abril, de Residuos.
El consejero ha señalado hoy que consta en su Departamento que la granja en cuestión posee licencia de actividad, aunque no ha cumplido algunas de las medidas vinculadas a dicha licencia, como es la gestión de residuos ganaderos (purines, estiércoles líquidos y sólidos, etcétera), y de ahí se derivan las denuncias anteriormente mencionadas. La autorización contempla la crianza de 120.000 patos.
La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Navarra admitió el recurso del propietario de la granja alegando defectos de forma y anulando con ello el primer expediente sancionador promovido por el Departamento, que había sido abierto con anterioridad. Según ha indicado el consejero, la Defensora del Pueblo ha estado en todo momento informada de las diligencias que se han llevado a cabo desde los servicios medioambientales del Gobierno.
Conviene recordar que mientras se tramita un expediente no se puede decretar el cierre temporal de una explotación, potestad que, por otra parte, sólo tiene el consejero de Medio Ambiente, salvo en los casos de certeza de graves daños al medio ambiente. Los expedientes ahora incoados pueden comportar la sanción económica, la suspensión total o parcial de las instalaciones así como el cierre temporal o definitivo de las mismas.
Respecto a la granja de patos de Lerín, el Departamento ha considerado siempre como un deber el apoyar públicamente proyectos de inversión que generan puestos de trabajo, pero sin eximir a nadie del exhaustivo cumplimiento de las leyes, siendo buena prueba de ello las inspecciones medioambientales que acarrean denuncias y posibles sanciones cuando no son cumplidas escrupulosamente.
